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INFORMACIÓN SOBRE ABONOS VERDES

Tras la actividad realizada en el huerto el pasado sábado sobre ABONOS VERDES, ya podemos contaros más cosas sobre ellos:

¿ QUÉ SON?

 ABONO: Cualquier aporte orgánico (estiércol, compost) o inorgánico (fertilizantes químicos) que incrementa la presencia de nutrientes en el suelo (principalmente N, P y K) disponibles para los cultivos.

VERDE: Se habla de abono verde cuando ese aporte se realiza mediante la siembra de plantas de diferentes familias botánicas (fundamentalmente leguminosas y gramíneas; también crucíferas) que se cultivan en el terreno, normalmente en épocas del año en las que no hay otros cultivos en el huerto (otoño-invierno).

Para saber si se está realizando el proceso correctamente, conviene arrancar de vez en cuando alguna raíz para ver si tiene nódulos y su color (rojo o rosa cuando la fijación está siendo eficaz).

Afecta negativamente al proceso: la ausencia de bacterias en el suelo, la presencia de nitrógeno mineral, los encharcamientos.

 ¿CUÁL ES SU FUNCIÓN PRINCIPAL?

 Enriquecer el terreno en nitrógeno (leguminosas) mediante su asociación simbiótica con bacterias presentes en el suelo (Rhizobium spp), capaces de fijar el nitrógeno atmosférico y acumularlo en unos nódulos en las raíces de la planta, disminuyendo así las necesidades de aporte de fertilizante orgánico y/o químico.

¿ QUÉ OTRAS FUNCIONES TIENE?

 – Absorber el nitrógeno mineral presente en el suelo, evitando que se pierda y poniéndolo a disposición de los cultivos siguientes.

– Hacer disponibles para las plantas otros nutrientes presentes en el suelo (fósforo, potasio…) y que de otro modo se perderían o no se aprovecharían:

* Bombeando los nutrientes desde capas profundas del suelo hasta la superficie por medio de raíces profundas.

* Evitando la erosión hídrica y eólica del suelo, sujetándolo y manteniéndolo cubierto.

* Aumentando la cantidad de fósforo disponible al incrementar la presencia de microorganismos y producirse ácidos orgánicos que disuelven compuestos orgánicos insolubles de fósforo.

– Controlar las hierbas no deseadas mediante:

* Competencia por los recursos (nutrientes, luz y agua).

* Producción por las raíces (gramíneas, crucíferas) de sustancias tóxicas para otras especies vegetales (no para los cultivos).

* Uso de las propias hierbas como abono verde, evitando que se formen sus semillas.

– Controlar plagas y enfermedades por:

* Incremento de la actividad biológica del suelo (arañas, insectos, hongos…).

* Formación de sustancias tóxicas durante la descomposición del abono vede (pej. crucíferas).

* Uso de abono verde como planta trampa (pej. control de nematodos, con plantas hospedadoras que se eliminan antes de que aquellos completen su ciclo).

– Aportar materia orgánica (carbono) al sembrar gramíneas y al disminuir el laboreo del suelo.

– Aumentar la infiltración del agua de lluvia en el suelo y reducir su velocidad ladera abajo al evitar la erosión.

¿CÓMO SE SIEMBRA?

Una vez elegidas las especies (poca exigencia en agua, nutrientes y cuidados, ciclo corto…) y preparado el lecho de siembra, se procede a sembrar en otoño de forma densa con una profundidad variable según la especie (2-5 cm). Se deja crecer, regando cuando sea necesario, y en primavera se corta en plena floración (la biomasa es elevada y aún no ha habido desplazamiento de los nutrientes hacia las semillas), dejándose secar en superficie (para evitar fermentaciones anaerobias y proteger al suelo de erosión y rayos solares), enterrándose después a poca profundidad para su rápida descomposición (10-15 cm).